miércoles, 20 de marzo de 2013

¿Somos realmente dueños de nuestros smartphones y tablets?





Los teléfonos móviles ya no son lo que eran hace 10 años. Un Iphone o un Samsung Galaxy no tienen nada que ver con lo que fueron en su día un Motorola Star Tac o un Nokia 2110, tanto en funcionalidad como en complejidad. Ese principio es aplicable a casi cualquier artefacto, inclusive a los coches.

Ahora bien, ¿eso es bueno o es malo?

Se supone que disfrutamos de beneficios que nunca habíamos tenido, que gracias a todos los artilugios modernos podemos hacer cosas que ni Dick Tracy soñaba con su reloj con vídeo conferencia. Pero también es cierto que cada vez somos más dependientes del fabricante de los aparatos que compramos: si no los reparamos bajo los términos de su servicio técnico perdemos la garantía del fabricante; algunas reparaciones inclusive son imposibles de realizar en la práctica si no vamos al taller del fabricante. Y, ¿llegando al extremo?, si hacemos alguna modificación “no autorizada” a ese artefacto de nuestra propiedad podemos estar violando cláusulas contractuales y hasta leyes.

Un artículo del portal Wired, escrito por Kyle Wiens plantea el tema de una manera muy interesante. Wiens afirma que los gigantes tecnológicos gracias a unas  leyes de copyright llevadas al extremo de lo absurdo, nos han cercenado el derecho de reparar,  desbloquear, modificar y experimentar con nuestros aparatos, porque hemos pagado por ellos; para  Wiens la propiedad se está convirtiendo de facto en un mero derecho al uso. Wiens es cofundador y CEO de iFixit, un portal que vende online partes electrónicas y de maquinaria, y  que divulga y promueve  el conocimiento necesario para reparar casi cualquier aparato que se nos ocurra.

¿Que opinas del tema?

No hay comentarios:

Publicar un comentario